domingo, marzo 31, 2013

Newell’s se aprovechó de los errores de San Lorenzo


La Lepra mostró un estilo de juego más afinado, pero necesitó de un quedo de la defensa azulgrana para marcar el gol de la victoria. Después, el Ciclón careció de argumentos para ir en busca de la igualdad.


COMENTARIO
JORGE MUSCIO

San Lorenzo vivió un domingo de Pascuas para el olvido, con una derrota dolorosa ante Newell’s y con la casa en desorden. Tanto hablar de la vinculación del Papa Francisco con el club de Boedo hasta que el diablo metió la cola. Primero con el entredicho entre Juan Antonio Pizzi y Luis Aguiar, que derivó en un ma­lestar interno en el plantel; y ayer terminó con el inconveniente de Pablo Migliore con la Justicia.
Sin el efecto divino de su lado, el Ciclón cayó vencido por la Lepra sin atenuantes. El equipo azulgrana volvió a mostrar un juego inconexo, impulsado solo por la voluntad de algunos de sus integrantes y dejan­do en la cancha una imagen muy parecida a la que lucía en los últimos partidos del ciclo de Ricardo Caruso Lombardi. Es decir dependiente de lo que pudiera generar Julio Buffarini con sus corridas embarulladas por la derecha finalizando en centros en su mayoría inexactos y lejos de la posición de Denis Sracqualursi, que se vio en la obligación de cargar durante toda la tarde con la cruz de te­ner que pelear en inferioridad numérica con Santiago Vergini y Gabriel Heinze, quienes lo anularon sin contemplaciones.
Así y todo Newell’s, que si mos­tró un estilo definido de juego con pases al piso a uno y dos toques sobrepasando la línea de la pelota para buscar la descarga generando el desequilibrio en la marca rival, de­pendió para anotar el gol de la ventaja de un error de la defensa de San Lorenzo. S los 36 minutos de juego, Na­cho Scocco recibió el balón de un saque lateral, el delantero metió un pase en profundidad a espaldas de Santiago Gentiletti aprovechando un quedo de Walter Kannemann y dejó a Maxi Rodríguez cara a cara con el Loco Migliore, que salió tarde a achicar. Por lo que el atacante rosarino definió por abajo de la salida del arquero casi sin oposición.
Desde el inicio del segundo tiempo San Lorenzo fue contra el arco de Nahuel Guzmán, pero con una impotencia alarmante. Franco Jara sin confianza en sus interven­ciones, Ignacio Piatti que sustituyó a Alan Ruiz, tampoco generó más que su reemplazado. De esa manera, solo contaba con las trepadas confusas de Prósperi y Buffarini o la voluntad del doble cinco para presionar y recuperar. Pero todo eso sin presencia adentro del área como para restablecer el empate.
Newell’s siguió en la suya. Descansando en la seguridad de su zaga central e intentando salir de contragolpe aprovechando los huecos que dejaba San Lorenzo del medio para atrás por la desesperación que se había apoderado de sus jugadores. De esta forma, San Lorenzo cayó por segunda vez consecutiva ju­gando de local y plasmando ante su público la peor de las imágenes en la era Pizzi, que comenzó a ganarse los primeros reproches de parte de los hinchas que ya no lo miran como el salvador que parecía ser cuando se hizo cargo del equipo el año pasado.