miércoles, enero 13, 2021

La solución va más allá de quien será el próximo DT

Hace dos años que San Lorenzo entró en un bucle del que no puede salir, causado por la falta de continuidad de los directores técnicos: la verdadera piedra en el zapato que en la entidad de Boedo no pueden sacarse de encima. El último entrenador azulgrana que logró permanecer más de un año en su cargo fue Claudio Biaggio, quien dimitió por voluntad propia a fin de octubre de 2018 tras catorce meses de una cuestionada gestión. Y con un parate de siete meses primero y poco más de un bimestre de competición después, la historia volvió a repetirse con Mariano Soso. Vale recordar que en medio de ellos dos, Jorge Almirón (6 meses), Juan Antonio Pizzi (5 meses), Diego Monarriz (4 meses) y Hugo Tocalli (interino) también se pusieron el buzo de DT. 

Con el plantel licenciado hasta el 21 del corriente, cuando los jugadores regresen de las vacaciones, Marcelo Tinelli y los integrantes de la Secretaría Técnica (que siguen firmes en sus puestos) tienen apuntado como principal candidato a Néstor Gorosito, actualmente tratando de desvincularse de Olimpia de Paraguay, y por las dudas a Diego Dabove, ex Argentinos Juniors, también


Al margen de quien sea elegido como próximo entrenador del plantel profesional, San Lorenzo necesita un cambio verdadero. La directiva debe terminar con la política del emparche y empezar a tomar decisiones de raíz (reestructurar el plantel, afianzar juveniles, firmar contratos mesurados y factibles de pagar, etc.) Porque de seguir por el mismo camino, salvo que surja una cura milagrosa, el futuro azulgrana no será más que una continuación de este presente que tanto preocupa a sus hinchas en lo institucional y futbolístico.