La confirmación de Diego Monarriz como entrenador del primer equipo fue el disparador para que San Lorenzo ponga en marcha, de una buena vez, la tan anunciada renovación de su plantel profesional. A tal punto que de los treinta y cuatro jugadores que se encuentran de pretemporada en Los Cardales, dieciséis son juveniles surgidos de las categorías formativas del club.
Eso, sin contar a Marcelo Herrera y a Adolfo Gaich, habituales titulares del Ciclón, actualmente afectados al seleccionado Sub-23. Además, ambos podrían seguir jugando en el exterior. Por el defensor estaría interesado el Flamengo y por el Tanque en el CASLA aguardan una oferta del Brujas, de Bélgica, que rondaría los catorce millones de dólares limpios.
Los valores promovidos recientemente por el DT, son: Francisco Rivadeneira y Leonel Barrionuevo, arqueros. Francisco Flores, Rufino Lucero y Nicolás Fernández, defensores. Mariano Peralta Bauer y Agustín Hausch, delanteros.
Ellos se sumaron a los que ya estaban trabajando como parte del plantel. A saber: el arquero Lautaro López Kaleniuk, los volantes Nahuel Barrios, Manuel Insaurralde, Emanuel Maciel, Luis Sequeira, Julián Palacios, Matías Palacios y Agustín Martegani. Más el delantero Alexander Díaz.
¿Esto significa que después de la pretemporada todos seguirán siendo parte del plantel? Hoy por hoy, eso nadie lo se sabe. Pero sí que están frente a la inmejorable posibilidad de ganarse un lugar en la consideración de Monarriz. Y de lo que le demuestren durante estos días al DT, dependerá la continuidad de cada uno de ellos.
De esta forma, el proceso de renovación, incluyendo la marginación de jugadores que no son tenidos en cuenta por el cuerpo técnico, comenzó a tomar vuelo en Boedo. Las bajas de Nicolás Navarro, Santiago Vergini, Rubén Botta y Ezequiel Cerutti, por ejemplo, fueron disimuladas por la promoción de los chicos que desde abajo vienen pidiendo pista.