Cansados de tener que jugar de locales en otras canchas,
comenzó a germinar en la mente de los sanlorencistas la idea de tener un
estadio propio en el cual sentirse dueños de casa. Fue así que en 1915 comenzó
el movimiento para conseguir tierras que permitieran hacer realidad aquel sueño
de la cancha propia. Como no podía ser de otra forma, el que tomó la posta fue el padre Lorenzo
Massa quien comenzó a interesarse en el tema. Primero le fue ofrecido un predio
en José María Moreno y Juan Bautista Alberdi, pero no convenció por sus
dimensiones.
La segunda oportunidad analizada fue la de un terreno de la
calle Mármol entre Venezuela y México, pero las tratativas tampoco prosperaron
como se esperaba. Entonces, gracias a los contactos del cura Lorenzo las
negociaciones se entablaron por el alquiler de dos solares que tenían frente
sobre avenida La Plata pertenecientes a la orden religiosa de María Auxiliadora
y a la familia Oneto. Si bien las condiciones del lugar no eran las ideales
para un campo deportivo, se aprobó arrendarlos en 50 y 10 pesos,
respectivamente, por mes.
Para poner en condiciones el terreno se tuvo que nivelar el
suelo, donde había una loma de dos metros y medio de ancho por veinte de largo,
rellenar otro sector que tenía una notoria depresión y desmontar una noria
perteneciente a un horno de ladrillos que funcionaba en ese sitio. Pese a las
dificultades, Antonio Scaramusso le dio impulso a la iniciativa venciendo el
desánimo de los más pesimistas.
Gracias a los aportes desinteresados de benefactores como Antonio Mulet, Ramón Mom, José Fragroso y José
Troglio se pudieron iniciar los trabajos para acondicionar el solar que de a
poco comenzaba a ser la cuna de los sanlorencistas y a construir las primeras instalaciones.
Las labores fueron realizadas por aquellos muchachos ya crecidos que habían
fundado el club en su infancia con todo el amor hacia los colores y por los
primeros hinchas que se pusieron a disposición para ver realizada la obra.
La primera tribuna construida, de tres escalones, tenía
capacidad para sesenta personales y luego se agregó un palco techado estilo
inglés. Así, el 7 de mayo de 1916 por la quinta fecha del torneo de Primera
división de la Asociación Argentina de Football el equipo de San Lorenzo jugó
su primer partido en cancha propia, dejando atrás las “localías prestadas” en
reductos como los de Ferro o Kimberley.
San Lorenzo le ganó ese partido a Estudiantes de La Plata
por 2 a 1 con goles de Moggio y E. Fernández. Ese día los azulgrana formaron
con J. Coll; A. Coll y De Campo; Saccardo, F. Monti y J. Urso; Etchegaray, E.
Fernández, Moggio, Urio y Gianella. Desde ese día hasta el 2 de diciembre de
1979 San Lorenzo escribió sobre el césped del Gasómetro, que fue creciendo en
capacidad al compás de la popularidad del club, las páginas más gloriosas de su
historia. Continuará…